Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

miércoles, 24 de agosto de 2011

El antiguo recinto industrial de la Colònia Güell, obra de Gaudí, se encuentra deteriorado.


En el blog voy colgando las noticias que, tristemente, aparecen casi a diario sobre el estado lamentable de muchos ejemplos de patrimonio industrial de toda España, pero cuando se llega a noticias como esta, que conjuntos arquitectónicos de reconocido valor con una autoría notable como es el caso que nos ocupa, Antonio Gaudí, se encuentran en mal estado de conservación debido a la desidia y falta de mantenimiento de los propietarios, es que las cosas van muy mal. A veces reconozco que parece que el asunto mejore, pues poco a poco se ven más iniciativas para la protección del patrimonio industrial, por su gestión y promoción, por eso me duele aun más encontrarme este tipo de noticias que son las que menos me gusta colgar, pero creo que es necesario que todos nos hagamos eco de estos casos para que se oiga nuestra voz, y así poder reivindicar  la protección y mantenimiento de nuestro patrimonio para poder disfrutarlo nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, y no decirles algo tan triste (que ya ocurre por desgracia) “hijo mío donde se encuentra este gran edificio (y horrendo en muchos casos) de viviendas antes había una preciosa fábrica que te habría gustado contemplar y visitar”… muy triste la verdad.

A continuación os transcribo toda la noticia

La Colònia Güell está en peligro. El antiguo recinto industrial obra de Antoni Gaudí, en Santa Coloma de Cervelló, se encuentra muy deteriorado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. Tal es la situación en la que está que algunas de las viejas naves fabriles se han desmoronado como un castillo de naipes sin que nadie lo haya podido evitar. De poco sirvió que la vecina cripta de la colonia, visitada por cientos de turistas, fuera designada patrimonio de la humanidad por la Unesco. En la antigua colonia –bien de interés cultural, según la Generalitat– son habituales los problemas de suministro de luz y agua, la inundación de calles y sótanos cuando llueve y lo más preocupante, que los techos de los edificios se hundan y que de las fachadas caigan cascotes.

El recinto es una propiedad privada que durante estos últimos diez años ha estado gestionada por una junta de compensación. Hace unos años, con el fin de recuperar el espacio, se remodelaron algunas de las naves con el fin de albergar nueva actividad empresarial y se aprobó un plan urbanístico para acondicionar y urbanizar la zona. Se reformaron algunos edificios para que dieran el salto de la era industrial a la tecnológica. El proyecto de reconversión en actividad terciaria ganó incluso algunos premios, pero años después se ha abandonado completamente, dejando a su suerte a los empresarios que apostaron por él. Tampoco se ha llevado a cabo la urbanización.

Imagen de la noticia

De hecho, las empresas que se trasladaron a este rincón único que forma parte de la ruta Gaudí critican no disponer de una conexión a internet eficiente, son habituales los cortes de luz, y denuncian que están rodeados de edificios en peligro de derrumbe. Así lo explica Xavier Cazabón, de F. Iniciatives, una empresa afincada en el antiguo edificio de Filatures. "La nave está reformada. Por fuera mantiene su estética modernista y por dentro es una oficina moderna, pero los problemas de suministros y seguridad son constantes en el edificio. Por no tener, no tenemos ni licencia de actividad", se lamenta Cazabón. En este sentido, relata que recibir a clientes es toda una odisea. Las calles están sin asfaltar y cuando llueve las calles se llenan de barro y se inundan. También critica los problemas de conexión a internet que les ha obligado a comprar unas potentes antenas y los fallos en el suministro de agua, algunas de los edificios aún están conectadas a pozos. Pero eso no es todo, para Cazabón lo más indignante es que el recinto de Gaudí esté sumido en el abandono por parte de los responsables municipales.

Tal es la situación que una decena de propietarios ha denunciado al Ayuntamiento como responsable del deterioro del conjunto fabril y por no ejecutar el plan urbanístico aprobado en el 2004. Por su parte el alcalde de Santa Coloma de Cervelló, Gerard Segú, reconoce muchos de los problemas y deficiencias que sufre la colonia. Asegura que hace dos años el Consistorio empezó a trabajar, a través de una junta de cooperación, en el proyecto de reforma del recinto. Según explica que la colonia es de particulares y que deben ser ellos quienes asuman la mayor parte del coste económico de las reformas de urbanización, al tiempo que sentencia que están trabajando para solucionar las deficiencias.

"Llevamos detrás de Fecsa Endesa un año para que asegure el suministro en todo el recinto, pero nos dicen que deberíamos instalar siete subestaciones. Estamos en ello", dice Segú. Sobre el proyecto de urbanización, el alcalde también es claro en este asunto y asegura que no depende del Ayuntamiento al tratarse de un espacio privado. Aun así, reconoce que la "situación de la colonia es muy precaria". "Desde hace un año estamos analizando y redefiniendo el proyecto que suponía una inversión muy alta para los propietarios", aclara el edil.

Por lo pronto, se está buscando a todos los propietarios, ya que al parecer algunos han desembolsado parte de la derrama para acometer los trabajos y otros no. También se está llevando a cabo un plan para conocer la situación de cada uno de los edificios y la actividad que se lleva a cabo en su interior. Al tiempo que se busca financiación a través de empresas y subvenciones para rehabilitar las deterioradas naves industriales.

Otro de los proyectos que también se encuentra paralizado es la construcción de 1.300 pisos en el entorno de la colonia. La Generalitat, a través del Incasòl, es propietaria de los terrenos, pero la crisis y la situación de la empresa pública ha frenado el plan. El futuro barrio estará integrado con la colonia a través de tres grandes anillos verdes que rodearán el recinto fabril.
La Vanguardia

Otra noticia relacionada del día anterior.

Las colonias del Llobregat se reivindican

Resiguiendo los 32 kilómetros de la C-16 que separan Balsareny (Bages) de Berga, el río Llobregat alberga a lo largo de este tramo 18 fábricas y colonias textiles que intentan sobrevivir a la ininterrumpida pérdida de vecinos, sobre todo jóvenes, y a la degradación de uno de los patrimonios industriales de mayor interés de Cataluña. Aunque unas sesenta empresas de todo tipo ocupan a día de hoy las instalaciones de las viejas naves, el Consorci del Parc Fluvial del Llobregat, integrado por ayuntamientos, Generalitat y otras tantas entidades públicas y privadas, consideran que la reactivación social y económica de sus habitantes pasa por explotar otras fórmulas.

Por eso están trabajando intensamente en el fomento del turismo de proximidad, una estrategia para crear marca y ser referentes en patrimonio industrial. "Se nos ha hecho tan habitual pasar por la C-16 –de Barcelona a la Cerdanya– y ver tantas chimeneas que hemos dejado de prestar atención al potencial industrial que tenemos. Aquí hay una concentración tan grande de colonias textiles como no existe en ningún otro país del mundo", asegura Eva Soler, técnica del consorcio. Para sacar a flote este potencial cuentan con tres ingredientes: un entorno único a escasos kilómetros de la capital catalana, una oferta turística estructurada que aumenta cada año y la implicación de los vecinos que hacen de guía en las colonias y ayudan a divulgar su patrimonio histórico, natural y cultural.

La puerta de entrada para redescubrir el patrimonio industrial de la zona es la Torre de l'Amo de Viladomiu Nou, en Gironella, que se abrió al público hace tres años. En este caserío, desde donde se llevó la batuta de la fábrica y de la vida de sus obreros durante un siglo, se ubica el centro de interpretación de las colonias del Llobregat. La museización de la torre permite al visitante saber cuál era el modus vivendi, hace cien años, de los propietarios de las colonias.

Pasear por sus estancias es retroceder a una época en la que los amos "nos permitían un trabajo estable, escuela para los niños, medico y tranquilidad. Nunca me sentí explotada", explica Lola, que trabajó como tejedora en una de las colonias hasta que nació su primera nieta, en 1982. "Empecé a los 14 años y un día. Nadie se planteaba si era lo que queríamos o no. Era lo que había, sin más", añade su hija Remei, a quien el cierre de la fábrica le sorprendió a ella y a su marido a los cuarenta y pocos. Estas y otras vivencias, que se encargan de transmitir los propios vecinos a los visitantes, sobre todo, a los más jóvenes, forman parte del atractivo de otra de las rutas culturales impulsada por el consorcio: la visita a la emblemática colonia de la Ametlla de Merola. Visitar la iglesia, el teatro, la escuela, los pisos y la fábrica a través de las anécdotas que cuentan los jubilados Pere y Mateu es una forma muy cercana y personal de entrar en el entramado social de las colonias textiles.

La oferta turística en las colonias del Llobregat es grande y el visitante tiene una gran diversidad de propuestas lúdicas, deportivas, gastronómicas y culturales. Conocer el nuevo centro de interpretación de la iglesia de Cal Pons, indagar en el museo de la Colònia Vidal o la casa pairal Teixidor-Bassacs, asistir a una visita nocturna teatralizada, pasear por el bosque de ribera o recorrer a pie un pequeño tramo del PR C-144 de Cal Rosal a Balsareny son algunas de las continuadas actividades que impulsa el Parc Fluvial.

Pero más allá de una buena oferta turística, que se complementa con otra gastronómica y hotelera competente, las colonias textiles necesitan inversión para preservar su arquitectura, un plan de dinamización para conseguir nuevos usos de las fábricas y batallar por la preservación de la biosfera.

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