Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

martes, 5 de abril de 2011

Enkartur traza doce rutas de senderismo

Esta noticia-reportaje me ha gustado mucho, se plantean unas rutas de senderismo en antiguas zonas mineras muy interesantes, a continuación os la trasncribo.

Tras la huella del hierro
Cada roca de los montes de Triano guarda el recuerdo de la minería, rescatado en rutas de senderismo
La montaña ha surtido a Enkarterri durante siglos los recursos que dieron un impulso a su economía. Alrededor de la extracción del mineral de hierro surgió una industria que proporcionó un modo de vida a la comarca a finales del siglo XIX y principios del XX y también tuvo su peso para el resto de Bizkaia. Los restos de esa etapa reviven ahora de la mano de Enkartur. La asociación de turismo ha trazado 12 rutas de senderismo por las antiguas explotaciones mineras de la zona que descubrirán parajes de gran belleza.

Los paisajes por los que discurren los itinerarios se corresponden con los montes de Triano, Galdames y el cordal de Sasiburu. El mineral empezó a sacarse a gran escala en el último tramo del siglo XIX. Sin embargo, los romanos ya habían descubierto mucho antes el potencial de estos lugares y explotaban los yacimientos a cielo abierto. De hecho, Plinio el Viejo ya los definió como montes de hierro en el siglo I de nuestra era.

El recorrido se remonta todavía más atrás. Los vestigios de la edad de los metales -2.000 años antes de Cristo-que se conservan en zonas montañosas de Galdames cercanas a Peñas Negras también pueden verse en una de las rutas. Aunque los túmulos y dólmenes han llegado hasta nuestros días muy deteriorados, el paseo sirve para comenzar el paseo por la historia desde el principio.

A partir de ahí, "durante cientos de años, el mineral fue explotado en las minas y forjado en las ferrerías llamadas de montaña o masuqueras, en las que el carbón vegetal era el combustible y se empleaba exclusivamente la fuerza humana", explican desde Enkartur.

Más adelante, desde el siglo XV, las ferrerías de agua se vuelven casi imprescindibles. "La energía hidráulica se utilizaba para mover los fuelles y barquines que inyectaban el aire y los mazos y martinetes que servían para golpear el tocho de hierro", describen. La ferrería de El Pobal es quizás el ejemplo más representativo de esta tipología de construcción y "el conjunto mejor conservado de Bizkaia". Fue erigida a orillas del río Barbadún por la familia Salazar a finales del siglo XVI y modificada más tarde. Después de su cierre en 1965 reabrió sus puertas como museo en el año 2004.

Ferreria de El Pobal, imagen de la noticia
Las ruinas de lo que fue la ferrería y el molino de la Olla, entre Sopuerta y Muskiz, y el molino de Valdibián son otros de los puntos de interés por los que transcurre la ruta. En particular este molino, el único que funciona en la actualidad gracias al torrente energético del Barbadún.

En 1856 se inventó el convertidor Bessemer para la producción de acero. Sería una auténtica revolución que significó la sustitución de las viejas ferrerías por las modernas fábricas al estilo de Altos Hornos de Bizkaia, nacida en 1902. Al mismo tiempo comenzaba la extracción de hierro a gran escala.

Esta industria alteró el paisaje. "Las minas se trabajaban a cielo abierto en forma de cantera, ya que el mineral se encontraba en la superficie. La explotación solo se volvió subterránea cuando las capas más altas se fueron agotando", relatan desde Enkartur. La consecuencia, la vegetación desapareció de los montes dejando testimonio para siempre de la actividad minera.

El museo de la minería de Gallarta con su colección de vagones ofrece una muestra de cómo Enkarterri y Ezkerraldea se transformaron durante la época de máximo esplendor minero. Ortuella guarda otro tesoro de entonces: el único horno de calcinación de mineral tipo Apold Fleisner que se conserva en todo el Estado. "Fue utilizado entre 1961 y 1975 y debajo del edificio se encuentran el embarcadero, los lavaderos de mineral y un tramo de vía férrea por donde circulaban las vagonetas en las que se cargaba el hierro para ser llevado a los Altos Hornos", señalan.

Horno de calcinación de mineral tipo Apold Fleisner, imagen de la noticia
 El trazado de las líneas férreas que conectaban las minas con el destino final del cargamento -embarcaderos o fábricas- también es visible. La ley de ferrocarriles de 1885 supuso el punto de partida para la construcción de una red de vías por toda la zona minera, ya que hasta entonces los bueyes se encargaban del transporte.
Antiguo trazado ferroviario convertido en vias verdes, imagen de la noticia.
Por las condiciones geográficas, los ingenieros tuvieron que idear diferentes soluciones: túneles, puentes o muros de contención. Los ferrocarriles de Galdames, La Orconera, Franco Belga y El Regato solo fueron superados en importancia por el de Triano, el primero en crearse y el que más mercancía transportó. Sus vías se aprovecharon después para la línea de cercanías entre Bilbao y Muskiz. En otros casos, como Galdames, se han reconvertido en vías verdes.

Los trabajadores de la mina se trasladaron a vivir al lado o muy cerca de las explotaciones, dando lugar a nucleos de residencia cada vez más grandes. La prosperidad de la industria atrajo obreros de Castilla-León o Galicia. En torno a 1900 Trapagaran tenía 1.700 habitantes y La Arboleda, La Reineta y otros núcleos, más de 5.000.

En sus nuevos lugares de residencia disfrutaron de las festividades populares. En Galdames se construyó una ermita dedicada a La Magdalena en la entrada de una cueva a la que acudían los vecinos de municipios de los alrededores cada 22 de julio. Ese mismo día también es fiesta en La Arboleda. Escondida en las montañas del parque natural de las minas de Alén, en Sopuerta, se encuentra la ermita de Santa Lucía. También es la puerta de entrada a una pequeña gruta. Según la creencia popular, las enfermedades de la vista se curan frotando los ojos con el agua que sale de una roca de la cavidad. Los vecinos la rehabilitaron hace cinco años y desde entonces la romería popular ha resurgido.

Sin embargo, no es así en otros escenarios del modo de vida unido a la minería. A partir de 1914 la producción empezó a decaer y estos paisajes quedaron desiertos. "Hoy las lagunas artificiales, los restos de hornos de calcinación, las vías del ferrocarril, los poblados abandonados... son testimonio de la historia de los montes de hierro", dice Enkartur. Rutas que se pueden conocer con la nueva guía.
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